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La madrugada de este domingo, India y Pakistán anunciaron un alto el fuego en la conflictiva región de Cachemira. La tregua, facilitada por Estados Unidos y otras potencias, tenía como objetivo frenar una escalada militar que había dejado decenas de muertos en las últimas semanas.
Pero apenas horas después del anuncio, se reportaron nuevos intercambios de disparos a lo largo de la Línea de Control (LoC), la frontera militar de facto entre ambas naciones. Esto pone en duda la viabilidad de una solución diplomática en la región.
Cachemira es una región de mayoría musulmana reclamada por ambos países desde 1947, año en que se independizaron del Reino Unido. A lo largo de los años, han librado tres guerras por este territorio, y miles de escaramuzas menores.
Las tensiones actuales se ven alimentadas por:
Los disparos tras la firma del alto el fuego han generado gran preocupación internacional:
Aunque puede parecer un conflicto lejano, India y Pakistán son potencias nucleares. Un error de cálculo o un ataque masivo podría tener consecuencias globales. Además, la inestabilidad en Cachemira puede afectar rutas comerciales clave, relaciones diplomáticas globales y los mercados financieros.
Con el alto el fuego prácticamente roto, muchos temen que se reinicie un conflicto a gran escala. Todo depende de si los líderes de ambos países deciden retomar el diálogo… o aumentar la presión militar.