IA
En los últimos años, la inteligencia artificial ha dejado de ser una tecnología futurista para convertirse en parte integral de nuestra vida diaria. Desde las recomendaciones en redes sociales hasta los anuncios que aparecen mientras navegas, todo parece estar hecho a tu medida. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en cuánta información tiene la inteligencia artificial sobre ti?
Cada vez que das clic, deslizas el dedo o pausas unos segundos en un video, estás alimentando algoritmos que aprenden de tus gustos, tus hábitos, tus miedos y hasta tus horarios. No necesitas decirle a una app que estás cansado o estresado: tus patrones de navegación, tu ritmo de sueño registrado por tu reloj inteligente, o el tipo de música que escuchas ya lo delatan.
Lo inquietante no es solo lo que saben, sino cómo lo usan. Plataformas como TikTok, YouTube o Instagram ajustan su contenido para mantenerte enganchado por más tiempo. Y aunque puede parecer conveniente, en realidad están moldeando tu percepción de la realidad, influyendo en tus decisiones y hasta en tu estado de ánimo.
La pregunta no es si la inteligencia artificial te conoce, sino qué harás al respecto. En un mundo donde los datos lo son todo, el verdadero poder está en quienes saben cómo usarlos. Tú puedes empezar por informarte más, ajustar tus permisos de privacidad y ser más consciente de tu presencia digital.
Este no es un llamado al miedo, sino a la reflexión. Estamos entrando en una nueva era. Y como en toda revolución tecnológica, los que entienden las reglas del juego son los que marcan la diferencia.
